Celebramos hoy el cuarto domingo de Adviento; el último domingo antes de Navidad en el que se enciende la vela de nuestra corona.
Un domingo para recordar y hacer recuento de todo aquéllo que nos ha quedado pendiente; un domingo para echar la vista atrás y ver en que hemos fallado, cuáles han sido nuestras debilidades y por qué.....
Y, sobretodo, un domingo para abrir nuestro corazón a la esperanza de la Navidad, que en tan sólo unos días llega.
Una puerta abierta a la esperanza, porque la Navidad es eso, ilusión renovada, esperanza, fuerza y, sobretodo, felicidad..... La felicidad de ser capaces de enfrentarnos a nuestra vida sin miedo..... Y, eso tal y como está el panorama reinante, es más que un triunfo.
¡Feliz cuarto domingo de Adviento!
Feliz día y feliz mañana de espera y de felicidad
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