Este día, que es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a misa. Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza o la frente de los fieles como signo como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento; y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.
En el rito católico la imposición de la ceniza es realizada por el sacerdote sobre los fieles. El sacerdote puede hacer una cruz con la ceniza en la frente de los fieles o dejar caer un poco de ceniza en su cabeza. Mientras lo hace puede emplear una de las siguientes frases extraídas de las Escrituras:
1.Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida (Gén. 3:19)
2.Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás (Gn. 3,19)
3.Arrepiéntete y cree en el Evangelio (Mc. 1,14-15)
Es costumbre dejar y no lavar la ceniza hasta que esta desaparezca por sí misma.
[editar] Origen de la costumbre
Antiguamente los judíos y otros pueblos de Oriente Próximo acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como gesto de arrepentimiento profundo. La Biblia menciona múltiples ocasiones y pueblos que utilizaban la ceniza en significado de duelo como en Mt 11:21.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma solía poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que recuerda a los que la practican que algún día vamos a morir y que el cuerpo se va a convertir en polvo.
Seño yo voy a ir hoy a echarme la ceniza en la cara a y yo nunca me quito la ceniza y menos mal
ResponderEliminarno??